Los ciclos lunares, nos hablan del movimiento de la luna alrededor de la tierra, su elíptica, y su magnetismo; que influye de formas evidentes en la tierra y en nosotros. Rige las mareas, la energía y fuerza de la tierra y de las plantas, su influencia en los ciclos menstruales, y porque no, emocionales de todos los seres humanos. Si su magnetismo mueve océanos, ¿Cómo no nos va a movilizar también a nosotros, que por composición biológica somos aproximadamente 70% agua?
De allí, que ancestralmente la luna y su danzar tienen un papel importante en la vida del hombre, con la industrialización y el avance del hombre inconsciente, han hecho que vayamos perdiendo esa conexión, pero desde la antigüedad que el manejo del cultivo, fue acorde a los ciclos lunares, las mujeres nutrían los campos durante su fase menstrual, la pesca, los rituales, las fechas festivas, todo tenía que ver en algún punto con la luna.
Ahora bien, de que me sirve hoy por hoy, conocer los ciclos. Para entender el manejo energético de nuestro cuerpo emocional y físico, durante estas 13 lunas anuales. Pasando por fases de introspección, reflexión e intención a fases de apertura, concreción y materialización. Sintonizarnos con estas fases es sintonizarnos con el movimiento de la vida misma aquí en la tierra. Por esto mismo es que se propone desde la astrología, hacer consciente el proceso de cada luna, y sus aprendizajes.
Ésta sabiduría vinculada, a tu carta natal, es una gran herramienta para llevar tu día a día, de formas más conscientes, por lo tanto más compasivas, sobre lo que somos, y que estamos experimentando.
Las fases de la luna y los signos:
Cuando la luna está en fase de LUNA NUEVA, estaría en lo que denominamos conjunción con el sol (por estar en la misma posición), en ese caso se da en el mismo signo por el que atraviesa el sol(que son los signos que rigen los meses) LUNA LLENA, por ende, se encuentra en oposición al sol, lo que significa que la luna atraviesa el signo opuesto al solar.
Estos procesos hacen que en el momento de la conjunción podamos aprovechar la energía para iniciar, enfocar, pedir, intencionar. Y dar comienzo a lo que en la luna llena debería plasmarse. La luna llena nos trae un punto máximo de tensión entre estas dos luminarias, puede ser un momento de cierres, de conciencia, de sanación, de crisis. A todos nos afecta de manera única y especial, ya que cada quien tiene una disposición astral específica. Pero podemos a grandes rasgos, determinar el matiz que nos traerá.
Muchas gracias por llegar hasta aquí, agradezco mucho tu tiempo, y espero disfrutes de este compartir.
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